Se trata ganar en equilibrio interno para que tu cuerpo pueda volver a la normalidad

Te presento a Ana: 56 años, autónoma y quería bajar 5 ó 6 kilos. Su principal problema era que había estado toda su vida pendiente de lo que comía. No recuerda ni un día que no estuviera “a dieta” y esto le causaba ansiedad. Cada día comía alguna cosa que “no debía” y para “compensar” se castigaba con “ensaladitas” que le hacían pasar hambre. Tenía una relación de amor-odio con la comida…

Me llamó por teléfono a la hora acordada para su tercera sesión de coaching. Por su voz parecía que estaba feliz. Me contó que por primera vez en su vida se sentía capaz de comer chocolate sin sentirse mal. Estaba empezando comer lo que le apetecía sin amargarse. Y no sólo eso, por primera vez empezaba a disfrutar de la comida. Pero lo mejor es que admitió ¡sentirse a gusto con su peso! Ya no le apetecía pesarse cada día. De hecho no se había pesado durante toda la semana. Y la sensación de libertad que sentía no tenía precio (no sólo libertad de unos kilos de menos – no recuerdo exactamente cuánto bajó – sino sobre todo la libertad psicológica que se vive como una mayor autoestima).

Y no me sorprende que NO funcionen pues no resuelven la raíz del problema (que normalmente no es físico). Y por eso la mayoría de personas a dieta recuperan su peso antes de pasado 1 año, y por eso cada año aparecen "nuevas" dietas en el mercado. Si bien es importante el régimen alimenticio que sigues, no es lo más importante. La raíz del problema no está en lo que comes ni siquiera en las calorías que lo que comes.

• Tu cuerpo te muestra la imagen o creencia (inconsciente) que tienes de ti misma. La relación que tienes contigo misma (tu auto-imagen) determina como te acabas viendo en el espejo y tu reacción ante eso que ves. ¿Comes compulsivamente para compensar vacíos emocionales?

• No es tanto cuánto comes sino de qué calidad te nutres. Si es de baja calidad, intoxicas tu cuerpo y eso produce “lentitud” en tu metabolismo.  No se come sólo para dar placer al paladar; el cuerpo quiere que comas para extraer energía y mantener el pH de la sangre en su equilibrio. Cuando a tu comida le faltan los nutrientes esenciales, tu energía es baja y el cuerpo te pide más cantidad de comida.

• La fortaleza de tus órganos es importante. Tus órganos extraen la energía del alimento y la energía sigue un circuito por el interior del cuerpo. Cuando tus órganos están débiles la energía empieza a estancarse y empiezan los problemas.

Uno de mis principios es que "sólo puedes avanzar de forma segura si ganas en consciencia o en amor hacia ti misma". Por eso, si quieres cambiar algo de tu alimentación, empieza siendo consciente cómo te sienta lo que comes, lo que dejas de comer o lo que introduces como nuevo. A la práctica te diría que anotaras durante 3 días todo lo que comes y bebes (y su cantidad). Pasada una hora anota como te sientes (con energía, nerviosa, dispersa, con hambre, con antojos, etc). Utiliza esta HOJA DE RUTA para hacer un seguimiento. Pruébalo.

Una clienta que hizo esta práctica me dijo se dio cuenta que el café le irritaba por dentro, y dejó de tomarlo sin ningún problema.